Lunes, 17 de febrero de 2003

Edición Digital Diario ABC de Sevilla (Beatriz Cortázar) .

Curro Romero y Carmen Tello se casaron en privado y lo celebrarán en público

Se acabó. Ya se han casado. Curro Romero y Carmen Tello ya son marido y mujer ante la ley. Y no hay más. Ni comunicados, ni sorpresas. Fue a la una del mediodía, en la casa que el maestro tiene en la localidad sevillana de Espartinas. Fue con poquísimos asistentes, sus hijos -los cuatro de Carmen y Concha, la hija de Curro-, familiares directos y amigos, como la duquesa de Alba y Javier Arenas, que actuaron como testigos; José María García y su mujer, Montse Fraile, y Antonio Burgos. Todo con mucha discreción. La novia ni siquiera iba de estreno y eso que Tony Benítez le había hecho varios trajes para un día tan especial. La alcaldesa de Espartinas, María Regla Jiménez, les convirtió en marido y mujer. Una ceremonia breve, recogida y emotiva. Se vieron lágrimas de emoción. No es para menos. Un final feliz para una semana de infarto donde ha habido nervios, llantos, situaciones absurdas, tensión, arrepentimiento, soledad, angustia, depresión, reconciliación, alegría, ilusión, planes, sorpresas...

Todo empezó un domingo, el pasado día 9, y todo termina un domingo, el de ayer. Siete días de zozobra por cada año de noviazgo. Siete noches sin saber qué va a pasar ni cómo arreglar el entuerto. Siete días para poner orden al caos y saber que nada ni nadie puede parar los sentimientos. La culpa fue por el comunicado que nunca debió enviar a Efe el «Faraón de Camas». «Por razones indeterminadas mi anuncio boda queda anulada». La «espantá» saltó a los titulares cuando ambos sabían que se trataba de una nueva pelea de enamorados. Pero con el comunicado todo el mundo se enteró. Lo privado pasó a ser público y el escándalo se servía en bandeja de plata. Buen momento para todos aquellos que quisieron ganarse la confianza y las confesiones del maestro y que no dudaron en criticar a la que era el amor de su vida aunque en ese momento de ofuscación las apariencias engañaran.

También a la novia le dijeron de todo de su amor mientras ella sólo pedía una cosa: «Que nadie hable mal de Curro, es un hombre maravilloso». «Si es que padece el síndrome de Estocolmo», decían los que no entendían cómo se podía pasar por alto una grosería tan grande. Que Tello se enterara por la prensa de que su boda quedaba anulada era una humillación. Y en Sevilla esas cosas marcan. Como en cualquier ciudad, sólo que en Sevilla puede que más.

Con la reconciliación de los novios y el segundo comunicado las cosas volvían a la normalidad. Este fin de semana había que acabar con todo el escándalo y de ahí que juntos planearan este enlace privado que ha conseguido que su boda no se convierta en un circo como la de Isabel Pantoja con Paquirri o la de Lolita y Guillermo Furiase. Esos precedentes asustan a cualquier figura que quiera dar un paso así. De ahí, la intimidad más absoluta.

Convertidos ya en marido y mujer ahora también se celebrará una fiesta por todo lo alto con sus invitados y amigos de siempre. Será el 1 de marzo, como es- taba previsto, y será en la Hacienda de Loreto, como estaba encargado. Dado que las invitaciones no se habían enviado aún, hay tiempo de repasar esas listas y no sé por qué, pero me da que más de uno y más de dos se van a perder el banquete. Estos siete días también han servido para conocer mejor a los amigos y destapar a los que se hacían pasar por tales. Aunque sólo sea para limpiar la agenda, un suceso como éste siempre viene bien en ciertos momentos de la vida.

Un torero con dominio...

| BIOGRAFÍA | ÁLBUM DE FOTOS | HEMEROTECA | LAS CORRIDAS | GALARDONES |
| EL MAESTRO | ACTUALIDAD | ANÉCDOTAS | BIBLIOGRAFÍA | CRÉDITOS |